dotado de la fuerza y el poder, y defensor entusiasta de la fe y la caridad. A tus pies se postra un fervoroso devoto y gran admirador de tus grandezas, que requiere tu ayuda para no tener problemas de justicia, para no sufrir de cárceles ni persecuciones, y para estar siempre defendido contra cualquier enemigo. Siete flechas te recomiendo, una para mis enemigos, otra para los calumniadores, otra para los envidiosos, otra para los traidores, otra para los infieles, otra para los que no creen en la ira de Dios y la otra para los que se apartan de la verdadera senda de la providencia. Tú, mi adorado san Norberto, que con tu valor domesticaste a las fieras y venciste muchas veces al diablo, podrás concederme lo que te pido en esta oración, mediante tu poderosa intercesión ante el Señor y por la santa Cruz, que fue tu divisa. A ti, el gran vencedor, te pido confundas a mis enemigos y los hagas venir a mí para yo perdonarlos y llevarlos al sendero de la piedad santa. Los ciervos y las fieras fueron llevadas por ti a la obediencia y fuiste el más sobresaliente y fiel paladín de la cristiana prédica. San Norberto, a tus pies te pido que hagas
que mi vida se vea fuera de todo peligro, de toda injusticia, envidia y traición, y que siempre tenga tu protección, y que pueda gozar en la tierra con el fervor de Dios, para ser digno de su bendición en la hora de mi muerte.
Amén.
Rezar cuatro Padrenuestros y Gloria.
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