a ti acudimos en nuestra tribulación
y solicitamos confiadamente tu patrocinio.
Por aquel amor que te unió
a la Virgen Inmaculada, madre de Dios,
y por el amor fraternal
que profesaste al Niño Jesús, te suplicamos:
Vuelve benigno tu mirada al pueblo
que Jesucristo conquistó con su sangre
y socórrenos con tu poder.
Custodio de la Sagrada Familia,
protege el linaje escogido de Jesucristo.
Presérvanos, Padre amantísimo,
de todo contagio de error y corrupción.
Hoy acudimos a ti para pedirte una gracia:
La necesidad de vender una casa.
Te pedimos tu amparo en este trance
que se va retrasando y es de vital importancia.
Te rogamos que encamines
a los compradores adecuados,
para que podamos realizar la transacción
con un acuerdo favorable para las dos partes,
y en la mayor brevedad posible.
También te pedimos que ampares
a cada uno de nosotros
y protégenos para que, siguiendo tu ejemplo,
sostenidos con tu auxilio,
podamos vivir santamente,
morir piadosamente y alcanzar la bienaventuranza
en el cielo.
Amén.
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